Un desprendimiento de tierra ha cerrado el paso de Korowai en South Island, Nueva Zelanda, lo que ha aislado a la ciudad de Thorndike y provocado el abandono de una granja de considerable tamaño. El desastre trae consigo una oportunidad para el Bosque Birnam, un colectivo clandestino de jardinería, carente de permisos y ajeno a regulaciones, que a veces tiende a la actividad criminal y otras a la filantropía, dedicado a plantar cultivos en lugares donde pasan desapercibidos. El grupo ha atravesado dificultades para subsistir durante años. Ocupar la granja de Thorndike podría darles la oportunidad de lograr la tan ansiada solvencia.
Pero el enigmático millonario estadounidense Robert Lemoine también está interesado en la granja: se ha hecho con ella para construirse un búnker con vistas a sobrevivir a un futuro apocalíptico o, al menos, eso es lo que le cuenta a la fundadora de Birnam, Mira, cuando la descubre fisgoneando en la propiedad. A Lemoine le intrigan Mira y el Bosque Birnam; aunque son polos opuestos desde el punto de vista político, parece que puede tener algún enemigo común con ellos. ¿Acaso puede Birnam confiar en él? Y, cuando se pongan a prueba sus ideales e ideologías, ¿podrán confiar los unos en los otros?
Una obra que posee la cualidad dramática de Shakespeare, el ingenio de Austen y, al igual que los escritores que han influenciado a su autora, logra fascinarnos por lo que nos convierte en lo que somos. Una reflexión fascinante sobre las intenciones, las acciones y sus consecuencias, así como del impulso humano por asegurar la propia supervivencia.
«El Bosque Birnam es increíble. Un thriller con diversas capas y centrado en los personajes; inmejorable. Ruth Rendell lo habría adorado. Una obra magistralmente repleta de matices... Menuda delicia». STEPHEN KING
«Un eco-thriller desenfrenado que hace malabares entre temas de mucho peso, una trama elaborada y una incesante sensación de juego». THE NEW YORK TIMES
«Una obra fruto de la genialidad: una trama elaborada, ideas fantásticas y una lectura más que agradable». KEVIN POWER, THE GUARDIAN